jueves, 24 de septiembre de 2009

LA VIDA Y EL VIAJE EN TREN

Hace algùn tiempo atras leì un libro que comparaba la vida con un viaje en tren, una lectura sumamente interesante cuando es bien interpretada.
La vida no es mas que un viaje en tren: repleto de embarques y desembarques, salpicado de accidentes, sorpresas agradables en algunos embarques, y profundas tristezas en otros.
Al menos nos subimos al tren y nos encontramos con algunas pesonas, las cuales creemos que siempre estaràn con nosotros en este viaje: nuestros padres.
Lamentablemente la verdad es otra Ellos se bajaràn en alguna estaciòn dejandonos huerfanos de su cariño, amistad, y su compañia irreemplazable.
No obstante, esto no impide que se suban otras personas que seràn muy especiales para nosotros.
Llegan nuestros hermanos, amigos, y esos amores maravillosos de las personas que toman el tren, habrà tambien los que lo hagan como un simple paseo.
Otros que encontraràn solamente tristeza en el viaje.... y habrà otros que, circulando por el tren, estaràn siempre listos en ayudar a quien lo necesite.
Muchos al bajar, dejaràn una añoranza permanente... otros pasaràn tan desapercibidos que ni siquiera nos daremos cuenta que desocuparon el asiento.
Es curioso constatar que algunos pasajeros, quienes nos son mas queridos, se acomodan en vagones distintos al nuestro.
Por tanto se nos obliga hacer el trayecto separado de ellos. Desde luego, no se nos impide que durante el viaje recorramos con dificultad nuestro vagòn y lleguemos a ellos, pero lamentablemente ya no podremos sentarnos a su lado, pues habra otra persona ocupando su asiento.
No importa, el viaje se hace de este modo; lleno de desafios, sueños, fantasias, esperas y despedidas pero jamàs regresos.
Entonces hagamos este viaje de la mejor manera posible, tratemos de relacionarnos bien con todos los pasajeros, buscando en cada uno, lo mejor de ellos. Recordemos siempre que el algùn momento del trayecto ellos podràn titubear y probablemente precisemos entenderlos, ya que nosotros tambien muchas veces titubearemos y habrà alguien que nos comprenda.
El gran misterio, al fin, es que no sabremos jamàs en que estaciòn bajaremos, mucho menos donde bajaràn nuestros compañeros, ni siquiera el que està sentado a nuestro lado.
Me quedo pensando si cuando baje del tren sentirè nostalgia... Creo que sì. Separarme de algunos amigos con los que hice el viaje serà doloroso,dejar que mis hijos sigan solos serà muy triste. Pero me aferro a la esperanza, de que en algùn momento llegarè a la estaciòn principal y tendrè la gran emociòn de verlos llegar con un equipaje que no tenìan cuando embarcaron.
Lo que me harà feliz, serà pensar que colaborè con que el equipaje creciera y se hiciera valioso.
Amigo mio, hagamos que nuestra estancia en este tren sea tranquila, que haya valido la pena. Hagamos tanto, para cuando llegue el momento de desembarcar, nuestro asiento vacio, deje añoranza y bonitos recuerdos a los que en el viaje permanezcan, !!A ti que eres parte de mi tren te deseo un...... feliz viaje!!